jueves, 24 de enero de 2008

Acerca de las campañas politicas....

Muchas veces escuchamos decir en el radio, televisión, prensa escrita e incluso el internet, que las campañas políticas deben ser usadas como un mecanismo que fomente la participación política en la democracia. Si bien es cierto este arguemento creo que hay un punto al que todavía nadie le pone énfasis: La calidad de las campañas.

Desde la humilde postura de un servidor, las plataformas políticas que se exponen, deben considerar ciertos aspectos centrales y otros periféricos. Se debe aclarar todo lo relacionado con política interna y externa, metas y objetivos de desarrollo social así como los planteamientos y expectativas del sector económico. Sin embargo, la tercera parte de toda la propaganda está enfocada en esto y los dos tercios restantes siempre van a desacreditar al rival. Esto no es nuevo, varios estudios de marketing político mencionan que desde 1960 a 70 es el periódo donde las manipulación permite el primer tropiezo de la política.



Este comercial me da una idea del punto de partida de la propaganda "negra" por así decirlo, lo malo es que este vicio ha llegado para quedarse. La última elección presidencial en México es un ejemplo de esto. Para terminar, quiero hacer explícito que: CADA CANDIDATO TIENE A SUS ASESORES, ELLOS DECIDEN CÓMO PRETENDEN GANAR POR LO QUE TRAZAN SUS ESTRATEGIAS PARA ALCANZAR LOS RESULTADOS, ESTOS SON DIGNOS DE MI RESPETO, SIN EMBARGO, NO COINCIDO CON LA FORMA Y EL FONDO. LA MANIPULACIÓN DE LOS SENTIMIENTOS ES UNA BAJEZA, CREO QUE MÉXICO GANARÁ MÁS CUANDO SE EXPONGA QUIEN ES EL MEJOR.



Comentarios, dudas, críticas y sugerencias son bien recibidas.

Juan Manuel Sánchez

1 comentario:

libertadexpresa dijo...

¡Atentos saludos a los nuevos fans de este espacio!

Aunque desde la propia administración de empresas no es bien vista la manipulación de los sentimientos que suele realizar una campaña de marketing, se reconoce también que es una de las técnicas más efectivas para cambiar la percepción y, con el tiempo, la actitud de las personas.

Ahora bien, según tengo entendido, no existe evidencia teórica suficiente que demuestre los efectos de una campaña llamada 'negativa' sobre el voto de una determinada población.

Por tanto, algunas de las conclusiones plausibles se inclina a asegurar que es más importante contar con una cultura cívica madura y moderna que tratar de prohibir la existencia de estas tácticas electorales. Al final de cuentas, podemos ver cómo tanto en Estados Unidos (Romney) como en España (con Rajoy) fracasaron los candidatos que le apostaron a esta propaganda basada en la simplificación de nuestras realidades.

¡Un abrazo!