Macario Schettino
Economía Informal
04 de noviembre de 2008
El nuevo orden mundial
La crisis financiera de las últimas semanas ha producido una gran discusión acerca de cómo se debe manejar la economía

La mundial y la de cada nación. Hasta el momento, no es una discusión ordenada, sino una explosión de comentarios, muchos de ellos sin fundamento, como reacción a algo que resultó sorpresivo para muchos, por razones extrañas.
Ya aquí mismo, desde hace ocho años, dábamos seguimiento a los desequilibrios profundos de la economía estadounidenses, en particular al endeudamiento de los hogares y al gran déficit en cuenta corriente. Si acaso, lo único novedoso en las últimas semanas es confirmar que las agencias calificadoras cometen errores y que las instituciones financieras pierden la razón. Y esto, de novedoso, no tiene nada.
De cualquier forma, se ha llamado a una cumbre el 15 de noviembre en Estados Unidos. Y hay quienes creen que este foro puede ser el origen de un nuevo acuerdo tipo Bretton Woods. Por si ya no se acuerda de ese nombre, se trata de un balneario de montaña en Estados Unidos donde se acordaron las bases del sistema financiero después de la Segunda Guerra Mundial. Esencialmente, se trató de un acuerdo acerca de cómo manejar las divisas, y de la creación de tres organismos internacionales que ayudarían a evitar los problemas económicos ocurridos después de la Primera Guerra y que fueron relevantes en el inicio de la Segunda.

En cuanto a las tres instituciones financieras que se crearon, una era para evitar crisis inflacionarias y de balanza de pagos que pudieran extenderse (el Fondo Monetario Internacional); otra para promover el desarrollo (el Banco de Reconstrucción, ahora llamado Banco Mundial), y la tercera era para promover el comercio internacional (la Organización Internacional de Comercio, que nunca se creó, porque América Latina se opuso). En lugar de esta tercera, Estados Unidos creó el Acuerdo General de Aranceles y Comercio (GATT), que finalmente se ha transformado en Organización Mundial de Comercio (OMC).

Es muy importante recordar esto porque acá en América Latina, o específicamente en México, acostumbramos no ver lo que pasó afuera e imaginar que todo lo que nos pasa es resultado de las conspiraciones del imperialismo y las grandes corporaciones, que quieren abusar de nosotros. El mundo es más complicado que eso.
Entonces, permítame dejar en este momento muy claro este proceso. Al término de la Segunda Guerra, Estados Unidos, como ganador principal, creó un sistema financiero mundial que le daba ventajas. Ese sistema, sin embargo, resultó muy útil para todos, porque logramos crecer, con baja inflación, por muchos años. Sin embargo, algo se hizo mal porque para inicios de los 70 ya no pudo sostenerse. La caída de ese acuerdo, sumada al asunto petrolero, provocará que sean los mismos ciudadanos los que decidan cambiar la orientación de sus gobiernos, de sus naciones, que por ser las más poderosas también determinan la orientación mundial.
Y a esa nueva orientación es a la que se le llama “neoliberalismo”, así nomás, con la simpleza propia de quien explica todo con complós. Vamos a buscar explicaciones un poco más profundas en los próximos días, en el camino de esa cumbre del 15 de noviembre… a ver si se necesita un nuevo orden mundial y cómo debería ser.

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